A través de un cuento hemos identificado diferentes emociones y nos hemos puesto en el lugar de otro niño con un problema buscando soluciones; hemos sabido cómo se siente el otro y nosotros mismos, la importancia de ser sinceros y, mediante una dinámica con un pequeño volcán, nos hemos identificado viendo nuestra reacción ante un problema.
A partir de ello, nos han enseñado formas de relajarnos y de pararnos y pensar antes de reaccionar impulsivamente.
¡Nos ha encantado la experiencia!
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